mayo 23, 2016

Fe en lo cotidiano


Foto:nombreweb.com 

Fe es mucho más que creer en los dogmas que se nos enseñan de pequeño(a) s.  Fe es mucho más que ir los domingos a misa.  Fe es caminar, es estar siempre en camino a pesar de las dudas, del desierto que se vive en el corazón, a pesar de que parece que Dios no esta.  Es seguir confiando, seguir creyendo que aquel que ama primero sigue ahí acompañándome, que su gesto de cariño sigue a mi lado para caminar confiada.



Fe es descubrirte al paso en el diario vivir, en los gestos de solidaridad cuando una madre da lo más noble de sí por el bienestar de sus hijos y no importa lo que sea con tal de dar unas tortillas para los pequeños tengan algo que comer. 
Fe es la ayuda  de un ateo para que el anciano ciego llegue al otro extremo de la calle.
Fe es ver el rostro del joven vendedor que logrando vender sus últimos aguacates bendice a Dios con el agradecimiento más profundo por qué su Dios está con él. 
Fe es descubrir la alegría de ver a un amigo que parecía muerto y que con su gesto de cariño me regala su mejor y más linda sonrisa.
Fe es descubrir en mi silencio al Dios que me ama. Al Dios que camina con nosotros(a) s y que desde lo sencillo hace cosas extraordinarias.  No mágicas sino sencillas y cotidianas.  Basta la alegría de un niño para descubrir lo hermoso que es la vida siendo como niño(a) s en los brazos de Dios.
Fe es maravillarse con la lucha y la valentía de aquellas madres que sonríen   a la vida a pesar de que la mayoría de las veces les toco llorar y aún así siguen creyendo que la vida vale.
Fe es seguir adelante confiando que eres el Dios que está entre las ventas del mercado y que te ensucias con nosotros(a)s y en especial con los que más sufren. 
Fe es seguirte descubriendo con los ojos del corazón y no sólo con la razón. 
Fe es vivir en lo cotidiano y reconocerte en cada rostro  de los que encuentro en el paso. 
Fe es contemplarte con amor en mi vida y en la de los demás. 
Fe es amar y dejarme amar para ver más allá de las apariencias. 
Fe es acoger en mis manos la vida.
Fe es creer que eres mi Padre bueno.  Mi Padre que me amas con ternura y que a pesar de mis dudas me ves con cariño y solamente amas lo que soy sin juzgarme y sin reprocharme por que eres la bondad infinita tanto como para mí como para todo este pueblo que te clama  en las luchas de cada día.  ¡Gracias! Por ser nuestro buen Dios Padre y Madre.


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